El holandés es el único jugador que intenta algo en el ataque azulgrana
El FC Barcelona ya sabía que Memphis Depay era un jugador controvertido. Una técnica depuradísima, un físico imponente, pero también una cabeza bastante problemática. Sin embargo, tal y como era la situación, estando libre, era una gran oportunidad para un Laporta que no dudó en su fichaje.
En los primeros partidos ha marcado goles y se le ha visto en todas. Es ya el líder de este FC Barcelona post Messi. Eso sí, los resultados cada vez van peor. La crisis es total y, por si fuera poco, el gran valedor de Memphis Depay está en la cuerda floja. Hablamos de Ronald Koeman evidentemente.
El FC Barcelona toca fondo en Lisboa
Lo sucedido en Lisboa, además de esperpéntico, fue histórico también. Desde el año 62 no perdía el FC Barcelona con el Benfica. Y desde 2001 no perdía el conjunto azulgrana dos partidos seguidos en fase de grupos. Fue la última vez que no accedieron a los octavos de final de la competición.
La amenaza de la Europa League está ahí. Pero es que Koeman hizo una gestión nefasta. Lo que fue bien ante el Levante se olvidó. Nico, Gavi y Mingueza regresaron al banquillo para hacer sitio a los Sergi Roberto y compañía. Se volvió a defensa de 5. Se volvió a renunciar al estilo.
Memphis Depay delantero con claro ADN Atlético
Con este panorama, el carácter de Memphis Depay le pone en el disparadero. Ya tuvo un conato en Cádiz y en Lisboa se le vio otra vez fuera del partido. Muy protestón con las decisiones arbitrales e intentando siempre hacer la guerra por su cuenta. Si para colmo se marcha Koeman -sería lo lógico- todo apunta a que Memphis puede tener los días contados.
El holandés no quiere tirar sus mejores años de fútbol ahora que está en plenitud física. Y ni que decir tiene dónde encajaría como anillo al dedo Memphis Depay. Sus características físicas, su olfato de gol, su sacrificio en defensa… le convierten en el delantero perfecto para el Atlético de Simeone. Ojo al próximo verano.