Luis Enrique, entrenador del PSG, no pudo ocultar su frustración tras la dolorosa derrota ante el Atlético de Madrid en la Liga de Campeones
El técnico del París Saint-Germain, Luis Enrique, no escondió su frustración tras la derrota por 1-2 frente al Atlético de Madrid en el cuarto partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones. Con un semblante serio, el entrenador dejó claro que el equipo parisino fue “infinitamente superior” a su rival, pero que la falta de fortuna les jugó una mala pasada. “En 30 años que llevo en el fútbol, no me puedo explicar esto”, expresó con una mezcla de desconcierto y enojo. Según el asturiano, el PSG ha dominado en los tres encuentros que ha disputado en casa en esta competición, sin embargo, la suerte ha brillado por su ausencia.
La situación en la tabla es alarmante, el PSG apenas ha sumado 4 de los 12 puntos posibles y ocupa la posición 25 de 36 equipos. Este contexto es un golpe a las aspiraciones de un club diseñado para pelear por los máximos honores en Europa. “Sin ninguna duda”, respondió de forma cortante al ser cuestionado sobre si la clasificación del equipo peligra. En la sala de prensa, sus palabras resonaron como un reflejo de la presión que vive un técnico que, aunque confía en el potencial de su equipo, es consciente de que los resultados no respaldan sus esfuerzos.
Luis Enrique: responsabilidad y cambios en el horizonte
Luis Enrique no se escudó en excusas y asumió la responsabilidad de lo que sucede en el campo. “Yo soy el responsable del equipo”, afirmó sin titubeos. Reconoció que, a pesar del buen juego mostrado y las numerosas ocasiones generadas, convertir el dominio en goles ha sido una tarea pendiente. La autocrítica fue clara, hay aspectos por pulir, y el entrenador dejó entrever que habrá ajustes para mejorar la efectividad ofensiva y la solidez defensiva en los tramos finales de los partidos, donde se han escapado puntos valiosos.
El capitán del PSG, Marquinhos, secundó el análisis de su técnico, que lamentó la falta de contundencia en ataque. “Creamos ocasiones, pero no conseguimos mejorar en la efectividad”, dijo el defensor, quien también subrayó la importancia de la concentración en los momentos críticos. La diferencia entre la Ligue 1 y la Liga de Campeones, comentó, radica en que los errores defensivos en Europa se pagan caro.
El desafío inmediato del PSG: presión y expectativas
La derrota ante el Atlético ha colocado al PSG en una situación límite. Con solo dos partidos restantes en la fase de grupos, el margen de error es prácticamente nulo. Luis Enrique sabe que no se trata solo de un desafío deportivo; la presión de la afición y la directiva pesa como una losa. “Avanzar en la Champions no es una opción, es una obligación”, pareció indicar con cada gesto de preocupación.
El entrenador y su plantilla tienen la tarea de demostrar carácter y recuperar la senda del triunfo. Fortalecer la defensa y afinar la puntería en ataque serán claves para evitar contratiempos como los vividos en los últimos encuentros. El PSG, con toda su ambición y recursos, se encuentra ante un momento decisivo que podría definir no solo su presente, sino también su futuro en la máxima competición europea.