Todo se centra en el talento de un jugador, capaz de frotar la lámpara incluso en los peores momentos
El colchonero está viviendo momentos dulces en medio de la gran tormenta. El triunfo holgado ante el Villarreal por LaLiga además del triunfo por la Champions y ante el Liverpool han dado respiro al cuerpo técnico que había estado tan cuestionado últimamente. Dos compromisos que dejan en claro lo que es el equipo del ‘cholo’ Simeone‘, espíritu y garra.
Pero eso ya ha pasado, y lo que se viene promete estar bastante mejor. De entrada el regreso a Barcelona para enfrentar al Espanyol es de por sí ya un escollo bien complicado. Los pericos necesitan sumar lo que más puedan para evitar el descenso, y días más tarde irán a la caldera de Liverpool para intentar sacar adelante la eliminatoria.
Van ganando la serie, pero nada les garantiza que el reto se ha cumplido, al frente tienen el mejor ataque de Europa que se crece cuando juega en Anfield. O que se lo pregunten al FC Barcelona, que incluso sin sus dos grandes figuras sufrió lo que es pararse en esa cancha a jugarse un paso definitivo en las Copas europeas.
Para ello Simeone cuenta con un buen exponente de talento, Joao Félix. El portugués ha regresado de una lesión y lo ha hecho demostrando el porqué han pagado lo que han pagado por sus servicios. Ante el submarino amarillo jugó a placer, le ha metido un túnel impresionante a Trigueros y ha hecho sonreír a toda la afición presente en el Wanda.
Esa es la esperanza del juego de vuelta, Simeone es consciente que necesita salir a atacar, no puede cerrarse a esperar 90 minutos porque sencillamente se los comen vivos. Para esa labor es importante Joao Félix, un jugador que bien sea por fuera o por dentro, tiene claras sus labores en el desequilibrio. Buen momento para regresar.