La decisión de poner a Aderlan Santos en el partido contra el Atlético de Madrid quizá no fue la correcta. Con solo tres partidos en Liga a sus espaldas, Nuno lo colocó junto a Mustafi contra un rival que salió a morder. La baja de Abdennour por lesión y la ausencia de Vezo por decisión técnica le dejaron como único candidato.
Al defensa se le vio muy inseguro desde los primeros minutos, despejó balones con mucha impaciencia a la banda o a córner que se podían haber controlado. Sin embargo, no fue el único responsable de los dos goles del Atlético. En el primer gol, Mustafi midió mal el pase de Filipe Luis a Jackson y no controló el balón, Santos intento llegar con una especie de patada voladora al aire. Para rematar Domenech no intentó atajar el gol ni achicar, se tiró a la derecha como si fuese un penalti. En el segundo más de lo mismo, Carrasco llegó a la portería desde la esquina derecha de mitad del campo, Cancelo perdía el balón, Danilo se tiraba sin éxito y Jaume no pudo hacer nada contra el disparo raso y ajustado al palo del belga.