La marcha de Saúl Ñíguez se daba por segura, pero lo cierto es que no está siendo nada sencilla de resolver y en el Atlético de Madrid temen que continúe
El Atlético de Madrid enfrenta una situación complicada con Saúl Ñíguez. El centrocampista, uno de los jugadores más veteranos del equipo, podría quedarse en el club una temporada más debido a su lucrativo contrato. Algo que sería un grave problema para el club, pues como ya ha quedado demostrado esta temporada, no es un futbolista fundamental para Simeone.
Actualmente, Saúl Ñíguez es el cuarto jugador mejor pagado de la plantilla, solo por detrás de Jan Oblak, Álvaro Morata y Antoine Griezmann. Es por eso que su salida era uno de los objetivos en el mercado de verano. Pero su salida no está siendo nada fácil de resolver y, en estos momentos, su continuidad no está ni mucho menos descartada.
El salario de Saúl que inquieta al Atlético de Madrid
Según recoge la web Capology.com, el centrocampista percibe un salario de 12 millones de euros al año, lo que coloca una carga financiera significativa sobre el club rojiblanco. El alto salario del futbolista es la principal razón por la que el Atlético de Madrid teme que el jugador decida quedarse.
Y es que, además de ser el cuarto jugador mejor pagado de la plantilla, es un jugador que no es importante en los planes de Simeone. Pero su contrato vigente y sus ingresos actuales podrían motivar a Saúl a no buscar una salida en este mercado de traspasos, pues no tendría ofertas mucho mejor en lo económico.
Los fichajes, en stand by
La posible continuidad de Saúl tiene implicaciones importantes para la planificación deportiva del club. Debido a su elevado salario, el Atlético se ve limitado en sus posibilidades de fichar nuevos jugadores. Algo que era clave para Simeone, que deseaba reconstruir la plantilla para volver a competir por títulos la próxima temporada.
Sea como fuere, lo único que está claro es que en estos momentos el futuro de Saúl Ñíguez en el Atlético de Madrid sigue siendo incierto. La decisión final recae en el jugador, quien está en su derecho de seguir cobrando el contrato que tiene firmado. No obstante, el club seguirá trabajando para encontrarle una salida que satisfaga a ambas partes.