Simeone exige un fichaje de garantías para fortalecer una zona que ha mostrado debilidades en los partidos más exigentes
El Atlético de Madrid ya trabaja en la planificación de la próxima temporada, con la prioridad de reforzar posiciones clave en su esquema. Una de las mayores preocupaciones de Diego Simeone es el lateral izquierdo, una zona donde el equipo ha mostrado carencias en encuentros de máxima exigencia.
A lo largo de la temporada, Javi Galán y Reinildo Mandava han ocupado el lateral izquierdo, pero ninguno ha conseguido consolidarse como una opción indiscutible. Galán ha tenido dificultades en duelos clave, especialmente contra extremos rápidos, mientras que Reinildo, tras su regreso de lesión, no ha recuperado el nivel que mostró en campañas anteriores.

Falta de fiabilidad en el carril zurdo
El reciente enfrentamiento ante el Real Madrid en la Liga de Campeones dejó en evidencia las carencias en esta posición, con problemas para contener las llegadas rivales. Simeone considera que reforzar este sector es una prioridad absoluta, ya que en su sistema de juego los laterales cumplen un papel fundamental tanto en defensa como en ataque.
Uno de los nombres que ha ganado fuerza en la agenda rojiblanca es Miguel Gutiérrez, actual jugador del Girona. Su progresión en LaLiga lo ha convertido en uno de los laterales con mayor proyección en el fútbol español, destacando por su capacidad ofensiva, su precisión en los centros y su inteligencia táctica.
Miguel Gutiérrez, el gran objetivo del Atlético
El Atlético ya intentó ficharlo el pasado verano, pero el Real Madrid mantiene el 50% de sus derechos y cuenta con una opción de recompra, lo que complica cualquier operación. El club colchonero no ha descartado la posibilidad de negociar con el Girona, pero deberá competir con el interés del equipo blanco, que podría recuperar al jugador si lo considera necesario.
El Atlético no está dispuesto a pagar los 35 millones de euros de la cláusula de Gutiérrez, por lo que buscaría incluir jugadores en la operación para reducir el coste. Sin embargo, el Real Madrid tiene la última palabra, ya que si decide ejecutar su opción de recompra por 8 millones, podría revenderlo a otro club o incorporarlo a su plantilla.