Dadas las circunstancias se fijan en los objetivos a futuro
Una temporada bastante compleja ha tenido que vivir Diego Pablo Simeone en este Atlético de Madrid tras la pérdida de varias de sus figuras. Hoy, y con el juego entre ceja y ceja en Anfield ante el Liverpool, ha salido la bomba que desde la cúpula le habrían pedido centrar su atención en LaLiga, dejando así la Champions en un segundo plano por razones bastante justificadas.
Lo primero es que saben que pese a haber hecho un esfuerzo inmenso por fichar a jugadores de la talla de Joao Félix o Kieran Trippier, no son los candidatos a alzarse con la orejona. Lo segundo es que están dejando de lado la competencia interna, y hoy están en zona de clasificación a Europa League, por detrás del Sevilla y del Getafe que se llevan las últimas plazas.
Esto no solo impacta en el club y su departamento deportivo, sino que lo altera en el tema económico. Quedarse apeado de la próxima cita sería una catástrofe, y él lo sabe. Además, su proyecto viene siendo seriamente cuestionado, y lo que devenga anualmente está sobrevaluado bajo todo concepto.
Burgos al rescate
Desde el punto de vista que se mire la temporada ha sido perversa. En Copa del Rey han caído a manos de un equipo de segunda división B, como la Cultural y Deportiva Leonesa, y en Liga lo que ya se comentó. Si bien en Champions tienen una leve ventaja, el reto de esta noche se avecina bien complejo, con el ambiente de Anfield, y lo que significa el club adversario.
En contra parte están dejando de lado LaLiga y sus aspiraciones se están escapando entre los dedos. Todo les invita a relevar del cargo a Simeone, sin embargo las condiciones económicas son bastante duras. Sacarlo en este instante conlleva pagar una cláusula millonaria que nadie está dispuesto a asumir. La única vía para sacarle sería que se quedase fuera de la Champions de la siguiente temporada.
La directiva ya analiza todas las vías de acceso, y la de relevarlo independientemente lo que pase en verano empieza a tomar forma. Si bien invitan a Simeone a dejar de lado la máxima competencia de clubes del mundo tienen un nombre ya listo, el de Germán Burgos, su fórmula en la dirección técnica. No solo sería una apuesta low cost, sino que tiene la experiencia y el conocimiento de este esquema de trabajo. Se calienta el entorno colchonero.
