El delantero no pasa por su mejor momento, delegando con esto una toma de decisiones marcada por la directiva del gigante italiano
Aunque la Juventus ha regresado al camino del triunfo en Serie A, con el golazo al final de Juan Guillermo Cuadrado, todo hace indicar que la relación que existe entre ellos y Álvaro Morata ha llegado a su final. Los bianconeri han decidido no extender la agonía de este tema y enfrentar el retorno del punta español a las filas del Atlético de Madrid.
Esa no era la respuesta que esperaban obtener desde la capital y menos en este instante que piensan en ampliar su margen de transferencias a favor en zona ofensiva. El retorno del punta les limita, ya que deben asumir este hecho con el pago de su salario y la imposibilidad por incorporar 35 millones de euros que eran los que marcaba su salida total.
El pago de Morata al Atlético hasta ahora ha sido soportado, pero Juventus quiere dejar atrás este tema para enfrascarse de una vez por todas en su objetivo
Hasta la fecha han pagado 20 millones de euros, producto de dos temporadas completas de cesión. El gran problema es que no quieren pagar más, y están destinando todo al bajo margen de goles que registra hasta acá el canterano del Real Madrid. Son solo 4 goles, 2 en Serie A y 2 en UEFA Champions League.
Aducen que es un valor muy alto por alguien que está entrando en la treintena y que hace tiempo deja de ser la referencia de ataque en la selección nacional de España. Además, han terminado de tomar su decisión, el delantero que ellos quieren es Dusan Vlahovic. El punta de moda en el país de la bota sirviendo para la Fiorentina.
Graves problemas para Simeone
La actualidad deportiva dicta que el Atlético de Madrid tiene que resarcirse de varios inconvenientes, entre ellos de la pálida presentación mostrada en Anfield. Lo que busca culpables directos y somete a los jefes a tener que encontrar delanteros que sean capaces de hacer la diferencia. Ni Suárez, ni Joao Félix ni nadie marca diferencia en el Atlético, pero para Simeone, Morata tampoco parece ser solución.
No se encuentra afinidad entre el estilo del entrenador ni en el del delantero, que tiene características mucho más de pivote que de jugador de equipo. Un tema que no es mejor, y que desde luego tiene que ser manejado con sumo cuidado por todo lo que rodea. Veremos en qué para toda esta polémica.