El francés suena con fuerza para dos clubes de mucho poder no solo en el país, sino en el continente mismo
Una vez que se ha sabido del deseo de Lucas Hernández por tener una nueva aventura lejos de Alemania, han empezado a caer alternativas de todo tipo con LaLiga de principal protagonista. El tema es que esas chances no vienen del Atlético, que ha clausurado ese hecho con el fichaje de Reinildo y el buen momento de Renan Lodi.
Las ofertas vienen de los dos más grandes, el FC Barcelona y el Real Madrid. De manera que se pone muy dinámico el ambiente al matizar este hecho en la postura de los equipos en ir a por uno de los mejores defensores del planeta. Con una características que encanta, la diversidad para ajustarse a diversos sistemas y posiciones.
Ya que el Atlético no ha apostado de nuevo por Lucas Hernández, el jugador se abre a la chance de ir a parar a uno de los más poderosos del país en busca de títulos
Está prácticamente sentenciado el tema, y ante esa realidad el Real Madrid pretende ser el que mejor se posicione al respecto. Sabe de antemano que es un reto complicado, pero igual lo va a atacar, sobre todo porque es un jugador que cumple de lateral, pero también de central por perfil izquierdo sin problema alguno.
Además tiene algo a favor, y es que de ninguna manera Ferland Mendy cumple con el deseo de equipo que pretende imponer Carlo Ancelotti. Lo que le da un lugar de relevancia en el miramiento de los objetivos de cara al futuro más cercano. Y a eso se le tiene que sumar que tienen el dinero para asumir el contrato ya que el actual vence hasta el 2024.
El Barcelona en menor proporción también se juega su papel
Por los lados del equipo culé hay que ver la manera en la que pretenden señalarlo como opción. Saben que se trata de un futbolista de élite, y que pueda ofrecer un plus especial. Entre otras cosas porque puede meterse en la idea de suplir a Jordi Alba, que a sus 32 años se sabe que le resta poco en la actividad.
Al final va a depender mucho el valor de mercado impuesto y el deseo del jugador. Si estas dos cosas se combinan puede que termine eligiendo un destino que a toda luz está más que claro. El colchonero por su parte deja escapar una chance, a la que le podía liderar por pasado y conexiones.