Un futuro incierto tras la final europea
La incertidumbre empieza a apoderarse de los rincones de Bilbao. En cada conversación de bar, en cada tertulia rojiblanca, sobrevuela la gran pregunta: ¿Renovará Ernesto “Txingurri” Valverde? La idea, cada vez más extendida, señala que si el Athletic Club logra levantar la Europa League, el técnico podría considerar finalizada su tercera etapa en San Mamés, marchándose por la puerta grande.
Y no sería una decisión tomada a la ligera. Valverde, curtido en mil batallas, sabe de primera mano lo que supone afrontar una temporada de Champions League, una competición que exige al máximo tanto a jugadores como a entrenadores. La experiencia reciente de Imanol Alguacil en la Real Sociedad —tras siete años, marchándose por la puerta de atrás pese a su gran trabajo— es un espejo en el que Valverde no quiere mirarse.
Iraola, el nombre que suena con más fuerza
En Ibaigane ya trabajan con varios escenarios. Andoni Iraola, exjugador y actual entrenador de gran proyección, es el favorito de Jon Uriarte para asumir las riendas si finalmente Txingurri decide poner punto final a su etapa. El presidente valora no solo su ADN Athletic, sino también su capacidad para gestionar proyectos ambiciosos, como demostró en su paso por el Rayo Vallecano y el Bournemouth.
Sin embargo, cualquier movimiento tendrá que esperar. La prioridad en este momento es cerrar la temporada de la mejor manera, con un título europeo que no solo engrandecería la historia del club, sino que marcaría también el adiós soñado para uno de los técnicos más queridos por la afición.
Uriarte apuesta por convencer a Txingurri
Pese a todo, Jon Uriarte no se rinde. Tiene previsto ofrecerle un año más de contrato a Valverde, apelando a su experiencia y a su conocimiento de la Champions League, donde ya dirigió al FC Barcelona en varias campañas. El presidente considera que contar con Txingurri en el banquillo en el regreso a la máxima competición continental sería un aval de estabilidad y sabiduría para el club.
Los próximos meses serán cruciales. En Bilbao, entre ilusión y nervios, la preocupación crece. El Athletic se juega mucho en Europa, pero también en los despachos. Y el futuro de su banquillo está en el aire.
