El brillante despegue de Maroan Sannadi en el Athletic Club lo ha situado ante una encrucijada decisiva: seguir los pasos de Nico Williams, que eligió vestir la camiseta de España, o inclinarse por el ejemplo de Iñaki, consolidado como referente en la selección de Marruecos
Maroan Sannadi ha irrumpido con fuerza en el Athletic Club, dejando atrás su paso por el Barakaldo en Primera RFEF para asentarse de forma sorprendente en el primer equipo. Con solo 24 años, ha demostrado que no necesita tiempo de adaptación, se ganó la confianza del cuerpo técnico y ahora comparte protagonismo ofensivo con Nico e Iñaki Williams, dos de los nombres propios de la plantilla bilbaína.
Pese a haber marcado solo un gol en LaLiga, su impacto va mucho más allá de las cifras. Su capacidad para generar espacios, su potencia física y la intuición en el área han despertado el interés de la selección de Marruecos, que ya ha iniciado contactos con su entorno. Mientras tanto, España observa con atención, aunque aún sin dar pasos concretos.
Entre dos caminos: el modelo Nico o el ejemplo Iñaki
En medio de ese interés creciente, Sannadi se mantiene firme. “Estoy centrado en el Athletic”, respondió con serenidad esta semana en Lezama. El mensaje es claro, no quiere distracciones mientras pelea por afianzarse en el once de Valverde. Pero la pregunta está sobre la mesa. ¿Seguirá el camino de Nico, quien apostó por La Roja, o se alineará con el de Iñaki, quien decidió ser internacional con Ghana?
El dilema no es sencillo. Sannadi tiene doble nacionalidad y sabe que su decisión marcará su carrera. En un escenario donde las selecciones compiten por talentos con raíces compartidas, cada minuto en Primera cuenta. Y mientras ninguna federación concreta su convocatoria, el delantero bilbaíno sigue construyendo su perfil con paciencia e inteligencia.
Un proyecto a futuro con ADN competitivo
El crecimiento de Sannadi es seguido con atención por los técnicos del Athletic, que ven en él un delantero moderno, con proyección y carácter. No está aún para liderar, pero su curva de evolución es constante. En Bilbao no tienen prisa, y él tampoco. El foco está en seguir creciendo, sin perder de vista que su pasaporte futbolístico se definirá pronto.
Por ahora, el balón decide. Y Maroan, con los pies en el suelo, está decidido a que su presente brille antes de tomar la decisión más importante de su carrera. Entre dos caminos y con todo por demostrar, el joven delantero mantiene el foco en San Mamés mientras el pulso entre federaciones comienza a intensificarse.
