Ha generado entre críticas y burlas esta nueva postura oficial de la cabeza máxima en el club
Aitor Elizegi ha estado entre tintas tratando de manejar el nuevo canal de comunicación del Athletic club de Bilbao. El presidente es un gestor inclusor de las nuevas tendencias y se le ha visto muy activo últimamente en lo que tiene que ver con esta nueva faceta. Allí ha dejado caer mucho de lo que es, busca y pretende imponer.
Pero, a tenor de esto, se ha dejado algunas cosas en el medio que la gente ha empezado a criticar. Una de ellas es que para replicar cada tuit que sale de las oficinas de comunicación, solo utiliza emojis. A la gente esto le ha caído en gracia, ya que no ve relevancia y ve una ausencia absoluta de seriedad en cuanto a este tema se refiere.
Una polémica abierta entre los lectores que adorna el ambiente
Sus últimas apariciones han sido para replicar temas de alto interés, como por ejemplo el estreno de secciones estadísticas, y el comienzo de las ligas menores donde está incluido el club. Pero vaya, que esto si ha hecho hueco, y es que los emojis del presidente o no tienen mucha relación con lo expuesto o dejar ver lo novato que está en el cuento.
Algunos piden que le incluyan el emoji del humo, haciendo referencia a las noticias falsas que a diario sueltan para la afición, y hay otros que aplauden este hecho porque así le entienden mucho más que cuando solía expresarse con textos. También es una manera de cuidar su entorno, y evitar salpicarse de temas que él como cabeza visible debe certificar.
Por ahora no hay otra cosa más importante que la final de Copa del Rey
Con todo esto adornando la previa del compromiso más importante de la temporada para los vascos, se avizora un entorno bastante agitado. Elizegi sigue al frente con su divertida manera de mostrarle a su gente sus dotes digitales, mientras el grupo de Garitano prepara el choque ante la Real Sociedad.
Es momento de ir de frente y de sacar los fantasmas. Una nueva copa está esperando por saber quién la toma y esos quieren ser los hijos de San Mamés. Lo divertido y curioso de olas intervenciones oficiales pasan a un costado, críticas siempre van a existir y allí esperan que el título calme las aguas.
