Los de Marcelino se crecen en las adversidades y siempre suben el nivel con los grandes
A medida que se acerca el sábado los nervios y el optimismo regresan poco a poco a Bilbao. La gran final de la Copa del Rey 2021 enfrentará en La Cartuja al Athletic y al FC Barcelona. Los dos reyes de copas. Dos conjuntos históricos que siempre dignifican la competición del KO.
Para el Athletic llega en un momento muy delicado de la temporada. Tras perder la otra final contra la Real Sociedad y desinflarse en liga, las dudas se han apoderado del conjunto de Marcelino. Además ha visto cómo se lesionaban con sendas lesiones musculares jugadores clave como Yuri Berchiche y Yeray.
Escenario perfecto para el Athletic
Sin embargo, esta final es perfecta para el Athletic. La presión la tiene enterita un FC Barcelona que si no levanta el trofeo podría acumular dos años consecutivos en blanco por primera vez en casi 20 años. Los azulgrana son el equipo favorito, con más del triple de presupuesto y con jugadores como Leo Messi.
Los de Koeman vienen de perder en el Clásico y acumulan una racha horrorosa esta temporada: no han sabido ganar ningún partido importante. Ni los clásicos, ni los duelos con el Atlético, ni ante el PSG en la Champions ni la final de la Supercopa ante el Athletic.
El Athletic preparado para ganar la final al Barcelona
Además, el Athletic tiene otras razones para ganar esta final al Barcelona. Los de Marcelino ante la Real Sociedad tenían toda la presión de la historia sobre su espalda. El hecho de haber ganado mucho más les hacía, como mínimo, merecedores al honorífico título de favorito.
Pero contra el Barcelona el Athletic siempre se crece. Se crece antes los grandes, básicamente, porque el Athletic también es un grande. La historia sitúa al Athletic muy arriba en el fútbol nacional y en las citas importantes aparece esa garra del león. Ese hambre de títulos. El sábado en La Cartuja se verá un Athletic bien distinto. Queda escrito.