Tras el primer juego, las decisiones arbitrales estarán en el punto de mira para el compromiso de vuelta
En polémica ha terminado el primer partido de la semifinal de Copa del Rey entre el Athletic club de Bilbao y el Granada CF. El triunfo por la mínima de los bilbainos ha dejado la serie abierta, y con tanto por jugarse, no hay quien se anime a dar un candidato a enfrentar del otro lado o al Mirandés, o a la Real Sociedad, la final soñada para muchos.
Una vez el juez, Hernández Hernández pitó el final del compromiso, se dejaron caer varias situaciones muy bochornosas de paso. Le han reclamado airadamente la anulación del gol de Ander Capa, por un supuesto fuera de lugar posicional de Iñaki Williams, a lo que ha dicho que nadie tiene por qué avasallarlo por sus decisiones.
Palabras iban y venían, el caso es que el colegiado ha tomado especial nota y lo ha dicho abiertamente, “lo he oído todo”. A su vez ha amenazado a otros protagonistas con sancionarlos para el juego de vuelta, y eso si que ha levantado polémica. Raúl García, uno de los más experimentados así lo denuncia en una entrevista, a la que ha tratado de salir al corte.
Todo continuó cuando un integrante del banquillo granadino lanzara injurias. Protestando el gol de los bilbainos, le tuvieron que coger y sentar para evitar que el problema se extendiera. En todo un escándalo ha terminado, pero Raúl García ha sido certero, no se ha involucrado mucho y ha dejado la labor para la prensa.
La denuncia es que el juez ha elevado su posición a puntos muy complejos. El capitán se queda en su palabra afirmando que en el fútbol esto sucede todo el tiempo y es algo muy normal. El cruce de palabras es un juego al que muchos pretenden entrar para ponerle tinte, pero que se debe interpretar para evitar escalar a estos puntos. Caliente se pone la vuelta; un gol los separa.
