Más que problemas de racismo, lo que existe en los campos de fútbol es una falta de educación y valores alarmantes
Iker Muniain, capitán del Athletic Club, una vez más se convirtió en blanco de graves insultos durante el partido contra Osasuna en el Estadio El Sadar. Esta desafortunada situación se produce en medio de una sensibilización generalizada en LaLiga debido al impacto del reciente caso Vinicius. A pesar de los esfuerzos por fomentar el respeto hacia los jugadores como personas, los cánticos ofensivos y descalificaciones continúan, y Muniain fue víctima de ellos en su tierra natal.
Desde 2010, es habitual que el capitán del Athletic reciba todo tipo de insultos y descalificaciones en un estadio donde se le considera persona non grata debido a unas declaraciones realizadas hace más de una década y que aún no se han olvidado en Pamplona.
Los insultos a Muniain un clásico de Pamplona
A pocos días de cumplir la mayoría de edad, en un 25 de noviembre, el navarro afirmó en una rueda de prensa: “No sé por qué tengo que tenerle cariño a Osasuna. A mí nunca me han dado nada y sigue sin dármelo. Desde que era pequeño me he enfrentado contra ellos y ahora que juego en el Athletic, también. Yo soy del Athletic desde siempre”, se desmarcó el ahora capitán.
Desde entonces, los insultos a Muniain han sido una constante. Siempre acompañados de lamentables cánticos, que volvieron a reproducirse en El Sadar en un momento en que la sensibilización por el caos montado alrededor de Vinicius estaba en su punto álgido.
Nula repercusión del caso Vinicius
Los insultos racistas que el brasileño sufrió durante la visita del Real Madrid al Valencia el pasado 21 de mayo generaron un enorme eco a nivel nacional e internacional, resultando en el cierre parcial de Mestalla durante cinco partidos. Se esperaba que este incidente condujera a una mayor concienciación y respeto hacia la persona por encima del futbolista.
Sin embargo, la realidad muestra que hay una brecha significativa entre la teoría y la práctica. Aunque no se registraron ataques racistas en El Sadar, se entonó un grave cántico dirigido a Muniain desde una sección de la grada. Bajo los gritos de “Muniain putero, lo sabe el mundo entero”, el capitán rojiblanco tuvo que lidiar con esta situación en varios momentos del partido, enfrentándose a constantes silbidos cada vez que tocaba el balón.
Desde el momento en que su nombre resonó en los altavoces incluso antes del inicio del choque, Muniain experimentó una recepción hostil. El presidente del Athletic está muy enfadado, ya que intuye que no habrá la misma conciencia con Muniain que la que se ha tenido con Vinicius. Como ya ocurrió con Iñaki Williams, víctima de cánticos racistas en Cornellá.