Con actitudes cercanas al pitorreo la junta directiva del Athletic llamó de urgencia a Marcelino (que ya estaba comprometido) para dirigir al equipo frente al Elche
Marcelino tiene mucho trabajo que hacer en la plantilla del Athletic. Porque a su cada vez más clara tendencia acomodada, hay que añadir la ajetreada vida que llevan muchos jugadores cuando abandonan Lezama. No es la primera que algunos jugadores del Athletic son pillados de fiesta. En esta ocasión ha ocurrido tres días antes del decisivo choque ante la Real Sociedad.
Un choque que significó a la postre el adiós de Gaizka Garitano. Y ahora ha trascendido que en los días previos a dicho encuentro, algunos jugadores del Athletic fueron pillados en clara actitud de fiesta. Algo que todavía cobra mayor relevancia en los tiempos que vivimos, con una pandemia que obliga a evitar al máximo la exposición social.
La fiesta fue el detonante
Manteniendo la discreción con los nombres concretos de los jugadores, sí que se conoce que eran al menos 4 los miembros de la primera plantilla del Athletic a los que fueron protagonistas de la irresponsable actitud. Lo que sí se sabe es que la noticia llegó a oídos de un Gaizka Garitano que no tomó demasiadas represalias.
Algunos de los señalados son titulares indiscutibles, uno que corre mucho por la banda, sí que desapareció del mapa en el partido frente al Elche CF, aunque se atribuyó a descanso; el jugador que más gana de la plantilla parece ser otro de los protagonistas, así como un centrocampista que perdió el favor del entrenador. El resto jugaron con normalidad, lo que invita a pensar que el cambio en el banquillo del Athletic era más que necesario con un vestuario irresponsable y a la deriva.
Marcelino es un entrenador serio
Ahora, con Marcelino, se ha terminado el chollo para muchos jugadores. El nuevo entrenador del Athletic es un maniático del físico, de la alimentación y de las salidas nocturnas. Hasta tal punto que analiza a los jugadores todos los días y al que llega por encima de su peso o con síntomas de no haber descansado lo que debería les impone duros castigos.
De entrada, el primer entrenamiento ha sido una auténtica paliza física bajo condiciones muy duras de agua, viento y frío en Lezama. Eso es lo que les espera a los jugadores del Athletic de ahora en adelante. Y en una ciudad como Bilbao, donde todo se sabe, deberían andar con más cuidado a la hora de divertirse.