El retorno triunfal de Iñigo Ruiz de Galarreta al Athletic Club de Bilbao puede culminar con un título de Copa
Iñigo Ruiz de Galarreta, originario de Eibar y nacido el 6 de agosto de 1993, ha experimentado el sueño de todo futbolista: regresar y brillar en el club que lo formó. Este verano, Galarreta volvió al Athletic, marcando un hito personal al reintegrarse al equipo que considera su hogar.
“La verdad es que estoy muy contento. Era un sueño volver aquí. Llegar a una final de Copa, pelear por la Champions y tener un rol significativo… es más de lo que había imaginado”, afirmó Galarreta sobre su impactante temporada bajo la dirección de Ernesto Valverde. A pesar de los obstáculos, su pasión por el juego y el compromiso con el equipo le han permitido superar las adversidades físicas y adaptarse a diferentes estilos de juego, desde el enfoque defensivo de Javier Aguirre en el Mallorca hasta el dinamismo ofensivo que caracteriza la estrategia de Valverde.
El viaje de Galarreta desde Mallorca hasta la cima en Bilbao
El paso de Galarreta por el Mallorca fue más que una etapa en su carrera; fue una época de crecimiento personal y profesional. “Tengo mucho cariño a la isla y al club”, comentó, reflejando su gratitud hacia el equipo y los aficionados que le acogieron durante tres años. Su transición de vuelta al Athletic no solo significó un cambio geográfico, sino también el reencuentro con la ilusión de competir en la élite del fútbol español.
La capacidad de Galarreta para adaptarse a distintos sistemas tácticos y superar adversidades físicas demuestra su versatilidad y resiliencia. A pesar de las dudas sobre su encaje en el Athletic, su filosofía ha sido clara: adaptarse, aprender y contribuir. Esta mentalidad le ha permitido integrarse rápidamente y convertirse en una pieza clave para Valverde, disfrutando de un juego que se alinea con sus habilidades y ambiciones.
El significado de jugar para el Athletic
Para Galarreta, vestir la camiseta del Athletic y competir en San Mamés es la realización de un sueño largamente perseguido. Cada partido, cada disputa en el campo, es un recordatorio de lo lejos que ha llegado y el orgullo que siente al representar a su club de infancia.
“Volver a casa es lo más grande y luchar con esta camiseta cada semana es lo máximo”, expresó, destacando el honor que siente al formar parte de la historia del Athletic.
La final de Copa representa no solo un desafío deportivo para Galarreta y el Athletic, sino también la oportunidad de cerrar ciclos de esfuerzo y dedicación con un triunfo. La experiencia personal de Galarreta, marcada tanto por momentos de gloria como por pruebas de carácter, encuentra en esta final una posibilidad de reafirmar su lugar en el equipo y, quizás, en el fútbol español.
