Muchas lecciones tras el partido, y la dolorosa derrota que aún no se digiere en San Mamés
Atrás parece haber quedado el partido que definió al campeón de la Copa del Rey, más allá quetodavía se siente en el ambiente lo que fue el desarrollo de la misma. El entrenador del Athletic de Bilbao, el señor Marcelino García Toral ha estado tranquilo y ha emitido unos conceptos ante micrófonos que son la radiografía de lo que la gente tuvo que ver ante la Real Sociedad.
Ha sido un partido malo, pero no malo solo porque ellos lo hayan jugado mal, sino porque el rival hizo exactamente lo mismo al igual que el juez. El nivel ha sido pobrísimo y además se ha dejado en evidencia un hecho fundamental, que es la aceptación. Por eso este fin de semana cuando se vuelvan a ver las caras ellos darán ejemplo de profesionalismo y le harán el camino de honor a los campeones.
Su decisión parece más un mensaje, el entrenador del Athletic en homenaje a la Real Sociedad
Ciertamente Marcelino ha dicho que se trata de un tema mucho más amplio. No reconocer al rival el título es algo que a ellos como institución no les corresponde. Se autoproclaman como un señor del deporte y eso debe ser consecuente según sus palabras con sus actos. Harán la respectiva calle de honor, y lo mejor de todo es que tratarán de pasar el momento lo antes posible.
Pero lo que ha pasado en el terreno de juego es otra cosa. Ganar como han ganado ellos es otro tema, pues al final lo han hecho sin patear una sola vez al arco y eso es irrisorio. Sobre las celebraciones del título ha preferido no hablar, ciertamente cada quien celebra a su manera y como cree conveniente hacer. Que ellos hubiesen tomado otras decisiones es aparte.
El partido ha sido desastroso, el resultado no se sabe si ha sido justo
Por otro lado enfocando el compromiso ha hecho su análisis. No encuentra justificación alguna para la propuesta que han llevado los suyos, apática y sin emociones. El rival al final ha hecho lo que debía que era traducir en real un error propio que parecía no tener incidencia alguna. El penal es producto de ello, y del momento claro está.
Al interior del grupo se viven tiempos de alta complejidad, no parece haber una voz de mando y el golpe lo están sintiendo todos. No haber podido cristalizar el título les ha afectado pues era el partido que habían estado esperando por más de un año. Otro llamado de atención a la organización, ya que ha identificado toda esta prolongación como efectos anormales.