El miedo a perder jugadores hace que Marcelino instaure un régimen casi totalitario
Llega el parón de marzo, un descanso para las selecciones antes de afrontar un apasionante final de temporada. En el Athletic, el próximo partido es la final de la Copa del Rey, por lo que se han pautado unas normas muy estrictas estas dos semanas para llegar a La Cartuja con todas las de la ley.
Hay gran temor de que alguna situación, ajena al club, pueda deparar en bajas de cara al encuentro. Porque vivimos una situación de incertidumbre con la pandemia y Marcelino García Toral no quiere sorpresas que pongan en dificultades la preparación de la final.
Normas estrictas en el Athletic
Marcelino tiene dos obsesiones. Por un lado, que no haya lesiones ni contratiempos esta semana. Por otro, rebajar la euforia y lograr un clima de concentración propicio para poder encarar el decisivo choque ante la Real Sociedad con la máxima garantía de obtener el triunfo.
Para ello, desde el club se prepara un protocolo especial. El Athletic impondrá normas muy estrictas a los jugadores. Una especia de burbuja, al estilo NBA, para evitar sorpresas con el coronavirus. Los jugadores no tendrán vida social estas dos semanas. Entrenar y a casa. Sin contactos estrechos con nadie más allá de la familia directa, a la que pretenden controlar también.
Preocupación con los internacionales
Preocupa especialmente el tema de la selección, ya que Unai Simón e Iñigo Martínez viajarán con la Selección Española y disputarán los tres partidos oficiales ante Grecia, Kosovo y Georgia. Estarán en Madrid, en Las Rozas, entrenando, para viajar a Sevilla, donde jugarán en La Cartuja y entre medias hasta Georgia.
En el Athletic lo querían tener todo controlado esta semana, para llegar a la final como es debido. Pero deberán conformarse con lo que sí pueden controlar, que es trabajar en Lezama con aquellos que no han sido citados con sus selecciones. Normas especiales en el Athletic para llegar sin sorpresas a La Cartuja.