Denuncia de fraude fiscal sacude al Girona y el fútbol ucraniano
A las puertas de un hito histórico en su carrera deportiva, con un posible pase a la Champions League, el Girona FC enfrenta un problema inesperado. Una denuncia de fraude fiscal ha sido lanzada contra Oleksiy Lundovsky, el agente del delantero del club, Artem Dovbyk, que podría tener repercusiones serias tanto para el agente como para el club catalán.
Detalles del conflicto y posibles consecuencias para el Girona
La denuncia fue presentada por el abogado ucraniano Evgeny Kuzmin, quien argumenta que Lundovsky utilizó una empresa en Estonia para evadir impuestos en Ucrania, donde tanto el agente como el jugador residen. Según Kuzmin, el dinero de la transferencia de Dovbyk al Girona, que debió ser manejado por entidades financieras ucranianas conforme a las leyes locales, se desvió hacia la firma estonia de Lundovsky.
Este supuesto manejo irregular de fondos podría representar una importante pérdida de ingresos tributarios para Ucrania y, según el abogado, constituye una agresión económica hacia el estado ucraniano. Kuzmin ha llevado el caso a la UEFA, esperando que el órgano rector del fútbol europeo investigue y actúe en consecuencia.
Las posibles sanciones por parte de la UEFA podrían ser devastadoras. Podrían incluir multas significativas, la revocación de licencias y hasta la exclusión de torneos nacionales y europeos tanto para el Girona como para el Dnipro, el club ucraniano de donde proviene Dovbyk. Para Lundovsky, el escenario podría terminar en la pérdida de su licencia para operar como agente de futbolistas.
Esta situación plantea un grave desafío para el Girona FC, que podría ver comprometida su participación en competiciones internacionales justo cuando el club se encuentra en una posición privilegiada para ascender a los más altos niveles del fútbol europeo. Además, el escándalo amenaza con manchar la reputación del club y perturbar la cohesión del equipo y la confianza de sus aficionados.
Mientras tanto, la comunidad futbolística espera las decisiones de la UEFA y las posibles repercusiones legales y deportivas que este caso podría desencadenar. La situación también pone de relieve la necesidad de mayor transparencia y regulación en las transferencias internacionales de jugadores para proteger los intereses económicos y deportivos de los clubes y los estados involucrados
