Bendición para uno y rechazo al otro, la polémica es mucho más aguda con el paso de las horas y los días
Javi Martínez ha venido siendo seriamente relacionado con los dos clubes vascos, tanto con el Athletic club de Bilbao, como con la Real Sociedad de San Sebastián. Lo que sucede es que el ambiente está polarizado, y lo que para unos hoy puede ser una opción, para el otro es una clara muestra de repudio.
El mediocampista de 32 años lo único que tiene claro es que saldrá de la institución bávara. Su contrato finaliza el año que viene, pero en común acuerdo se han dejado caer con que su salida es la mejor alternativa que se pueda presentar en este instante. El elenco Txuri-urdin ha estado insistentemente puesto en pelea, pero el mismo protagonista parece inclinar la balanza del lado de los leones.
El club sigue parado en una petición de dinero certero que impide un acuerdo inmediato
Lo que se conoce hasta acá es que el club germano ha oficializado su ruta de escape en valores concretos. Si alguien o algún club quiere hacerse de sus servicios tendrá que pagar los 12 kilos, de lo contrario Javi se queda, pues su contrato lo obliga. Athletic de Bilbao llega a lo sumo a 10, y eso realizando esfuerzos tremendos para no perder la forma.
Pero lo que más le hace pensar positivamente sin lugar a dudas es el sentimiento del jugador. Él admite estar en favor de su llegada a San Mamés como principio básico antes que a Anoeta, una tierra hostil donde claramente el ambiente no es el mismo. De hecho el club ya ha llegado a un acuerdo con el mediocampista, y solo falta la reciprocidad en el sentido mismo de las instituciones.
Rummenigge da el empujoncito final al acuerdo
Eso ha llegado a oídos del máximo mandatario bávaro, que no le ha temblado la mano a la hora de finiquitar el asunto. Ha dicho que Javi les quiere abandonar, y que si esto se llega a confirmar, él en su puesto solo tiene que hacer cumplir los deseos del jugador y las conveniencias del club.
Buscar la mejor de las salidas es en este instante la mejor medida. No le pueden truncar el deseo al navarro que ha jugado a un gran nivel varios años en sus tierras. No quiere jugar en Estados Unidos ni en Francia, por más que de allí le ofrecen una ficha muy tentadora y condiciones deportivas muy buenas. Parece ser todo cuestión de tiempo.