El extremo del Athletic brilla en su mejor versión justo en el tramo más exigente de la temporada
Álex Berenguer ha encendido todas las alarmas —pero de forma positiva— en el Athletic Club. El extremo navarro ha elevado su nivel en este 2025 y se ha consolidado como uno de los jugadores más desequilibrantes del esquema de Ernesto Valverde, justo cuando el equipo se juega sus mayores sueños: regresar a la Champions League y alcanzar la final de la Europa League… en San Mamés.
Berenguer suma ya cinco goles y siete asistencias esta temporada y ha sido titular en las últimas semanas por méritos propios, desplazando incluso a Nico Williams, que regresará del parón internacional con cierto desgaste. En declaraciones a Onda Vasca, el jugador ha repasado su gran momento: “Estoy disfrutando del fútbol y eso se nota. Las asistencias y los goles llegan como consecuencia natural de sentirme bien”.

Un perfil versátil que gusta a Valverde
Si algo ha hecho Berenguer es responder cuando más se le ha necesitado. Su capacidad para adaptarse —ha jugado hasta en cuatro posiciones diferentes— y su nueva condición física le han convertido en un comodín imprescindible para Valverde: “He ganado masa muscular y eso me ayuda en los duelos. Desde que llegué al Athletic he evolucionado muchísimo”, reconocía.
Además, su historia personal ha conmovido al entorno rojiblanco. Hace semanas, el jugador vivió un susto cuando unos encapuchados intentaron asaltar su vivienda. “Pude cerrar la puerta a tiempo, mi mujer estaba embarazada… fue un gran susto pero estamos bien”, relató.
¿Relevo temporal o presión real a Nico?
De cara al duelo contra Osasuna, Berenguer parte como claro favorito para ser titular. Con Nico Williams recién llegado de compromisos internacionales, Valverde podría apostar de nuevo por el navarro en banda izquierda, manteniendo así la competencia interna al máximo nivel. Y si sigue a este ritmo, será complicado sentarle.
En el momento más decisivo de la temporada, Berenguer ha aparecido para reclamar protagonismo. Y lo hace, además, como un jugador maduro, comprometido y con galones. Nico Williams está avisado: la banda ya no tiene dueño fijo.