Los empleados del hogar del portugués tienen que firmar desde 2012 una cláusula de confidencialidad extraña: no hablar del jugador “hasta 70 años después de la muerte de Cristiano Ronaldo o del último de sus familiares”. La multa por aparecer en los medios sería “una cantidad igual a cinco veces las cantidades que reciba con un mínimo de 300.000 euros”.
Quizá haya medios de comunicación que puedan buscar subterfugios por saber las intimidades del astro portugués pero hasta ahora no ha sucedido.
Cristiano ronaldo / agencias