El Betis tuvo que deshacerse de varias piezas que no funcionaban durante el verano, algunos de ellos camuflados mediante cesión o incluso con cartas de libertad. En la última categoría se encontraba Vargas, un jugador muy criticado en su país, de hecho se bromeó con que jugaba a Pokemon Go en lugar de buscar ofertas de trabajo.
Los peruanos han elaborado un once con los jugadores más gordos del fútbol donde han incluido a Ronaldo Nazario, Adriano.