Óscar Gilsanz analizó el empate del Deportivo frente al Málaga CF en La Rosaleda, resaltando el gran esfuerzo de sus jugadores en un partido intenso y repleto de desafíos tácticos
Óscar Gilsanz analiza el empate y destaca el esfuerzo del Deportivo ante un Málaga CF combativo. Tras un duelo intenso y lleno de matices, el técnico deportivista compartió sus impresiones en la rueda de prensa desde La Rosaleda. Según Gilsanz, el equipo logró plantear un partido sólido, especialmente en la primera mitad, donde consiguieron desactivar la presión alta del rival. “Creamos espacios y tuvimos la sensación de estar más cerca del 0-1 que del 1-0”, comentó con satisfacción.
La segunda parte ofreció un guion diferente, con un Málaga CF decidido a buscar el empate. El entrenador explicó que a pesar de mantener controlados los ataques del rival, los ajustes tácticos y las sustituciones afectaron el desarrollo del juego. Sin embargo, subrayó que el equipo estuvo a la altura de las exigencias de un rival “con mucha profundidad y calidad”, que hizo valer su condición de local.
Gilsanz valora el trabajo del equipo pese al resultado final
En un análisis más profundo, Gilsanz expresó que el cambio en el desarrollo del partido se dio tras la salida de Bouldini. “Era nuestra referencia para aguantar el balón y dar opciones de salida ante la presión rival”, afirmó. A partir de ahí, se buscaron alternativas con la entrada de Davo y otros jugadores, pero la pérdida de esa pieza clave mermó la capacidad del equipo para gestionar el marcador.
Las modificaciones del Málaga también influyeron, según el técnico, quien reconoció que el ambiente de La Rosaleda fue un factor importante. “El gol del empate les dio energía y los últimos minutos se convirtieron en un ida y vuelta constante”, describió. Gilsanz destacó que, a pesar de las circunstancias, los jugadores mantuvieron el esfuerzo y la disciplina, resistiendo hasta el pitido final.
Lesiones y desgaste condicionan el desenlace
En cuanto al desgaste físico, Gilsanz explicó que jugadores como José Ángel y Yeremay pidieron el cambio, lo que obligó a ajustes en la estrategia. Las decisiones tácticas, como reforzar la velocidad por las bandas con Gauto y mantener opciones en el balón parado con Jaime, fueron parte del esfuerzo por cerrar el partido. Sin embargo, el empate llegó en un momento donde “la energía y la atmósfera jugaron a favor del Málaga CF”.
El técnico concluyó con un mensaje positivo. “Nos vamos con un punto de un campo muy difícil. El equipo hizo un muy buen partido y estuvimos cerca de sumar los tres puntos. Aunque duele, estoy muy satisfecho con el trabajo colectivo”. Esta valoración refleja un partido en el que los pequeños detalles marcaron la diferencia, dejando un sabor agridulce pero con la certeza de que el equipo sigue en la senda correcta.