Importante para el club ha sido empezar a adaptarse a la nueva ola tecnológica en busca de nuevos componentes
Lucas Pérez ha sido de lo poco rescatable en esta versión del Alavés, un tanto más conservador, y decaído en sus aspiraciones dentro de LaLiga. Su mención a grandes rasgos para llegar a otras plantillas han encendido las alarmas de sus jefes que ya han empezado a ubicar estrategias tecnológicas en busca de remplazos ideales. Lo primero, gestionar la base, y ya después, hacer todo mucho más simple.
De acuerdo a eso han empezado a valorar diferentes alternativas, desde el estudio personalizado, a través de la reunión de datos del cuerpo de trabajo de la dirección deportiva. Y ahora, lo que han perfilado ha sido la utilización del big data, un avance certero que determina en base a estadísticas y comparativas si es o no indicado para cumplir con una función.
Las alertas de salida de Lucas Pérez del Alavés involucran a un grande en el camino
Veamos, que todo esto se esté dando tiene una simple explicación, y es que existen interesados de peso en su juego. Lucas Pérez desde el frente del ataque es un jugador que aporta mucho, no solo en la finalización sino en la construcción de volumen de juego. Por eso, FC Barcelona sigue pendiente de cada detalle, a fin de establecer y hacer oficial una oferta que le permita salir de donde reside actualmente.
Competir ante el Barça es para ellos un reto aparte. Saben que no tienen la economía, y tampoco van a poder sacarle de la mente al protagonista la idea de no ser parte de un club que pelea año tras año por cosas importantes. Por eso han destinado fuerzas en investigar, invertir e intervenir en al menos 3 futbolistas que se adaptan a esa idea de juego.
Los candidatos perfilados por el big data están listos y a la espera de un avance en las negociaciones
Hecha la tarea, se ha llegado a la conclusión de que: Álvaro Negredo, Munir y Asier Villalibre son los perfectos para suplir ese rol. Tienen no solo movilidad, fuerza, regate y definición, sino que además se ajustan perfectamente a la política de inversión del club. De manera que parece simple aunque no lo sea, los directivos tienen en su potestad decidir y avanzar en este hecho.
De momento no se conoce la opinión de Pablo Machín, que es el que acepta o determina el camino a seguir. Pero por más complejo que sea, se va viendo un avance significativo, la tecnología en todas sus reglas está haciendo aportes a la evolución de la disciplina. Un punto positivo que le permite a los cuerpos de trabajo adaptarse a ciertas tendencias que no alteren el correcto funcionamiento de las plantillas en los torneos.
