El Deportivo Alavés logró una victoria decisiva en el Benito Villamarín, rompiendo una racha negativa que tenía al equipo en una situación comprometida en LaLiga. Eduardo Coudet, técnico del conjunto vitoriano, no ocultó su satisfacción tras este resultado que da un respiro
El técnico argentino Eduardo Coudet respiró aliviado y satisfecho tras conseguir su primera victoria como entrenador del Deportivo Alavés en un escenario tan complicado como el Benito Villamarín. En su rueda de prensa, dejó claro que este triunfo no solo rompe una racha negativa, sino que también da confianza a un equipo que lucha por salir de los puestos comprometidos en LaLiga EA Sports. “Estábamos en una dinámica difícil, pero este grupo nunca dejó de trabajar con compromiso y entrega”, comentó al inicio de su intervención.
Coudet destacó el carácter de sus jugadores, quienes, según él, están cada vez más adaptados a su estilo y filosofía. “Hemos enfrentado momentos complicados, pero la respuesta del grupo ha sido extraordinaria. Hoy demostramos que, cuando apretamos y somos fieles a nuestro ADN, podemos hacer daño a cualquier rival”, subrayó.
Una victoria clave para el Alavés y el impacto en el vestuario
La victoria ante el Real Betis no solo mejora la posición del equipo en la tabla, sino que también refuerza la moral en el vestuario. Coudet elogió a Kike García, autor de un gol fundamental, y también tuvo palabras de agradecimiento hacia otros jugadores que, aunque no participaron directamente en el partido, mostraron gran compromiso en los entrenamientos y en el banquillo.
“Fue una noche especial para Kike, pero esto es un logro del grupo. Villalibre, aunque no jugó, fue clave en la previa con su actitud. La competencia interna está elevando el nivel de todos”, señaló. Además, mencionó que el apoyo de la afición en el próximo partido en casa será fundamental para mantener el buen momento.
Decisiones arbitrales y disciplina en el campo
Coudet no esquivó las preguntas sobre las decisiones arbitrales, en particular la expulsión de Perraud, que condicionó el desarrollo del partido. “Fue una jugada complicada, pero desde mi perspectiva, nuestro jugador tenía la posición ganada. Estas situaciones a veces te benefician y otras no. Lo importante es que aprovechamos nuestra superioridad para presionar y mantener el control”, explicó.
Además, resaltó la importancia de mantener la intensidad y la concentración en cada jugada. “Cada pelota es vital. Si seguimos con esta mentalidad, podemos mirar hacia adelante con optimismo”, agregó. Sin duda, el triunfo en Sevilla no solo es un alivio, sino un punto de inflexión para un Alavés que empieza a creer en su capacidad de competir al máximo nivel. Coudet ya mira hacia el futuro con determinación, convencido de que esta victoria es solo el comienzo.
