El Alavés dejó escapar un partido que parecía encaminado a cosechar un mejor resultado, pero terminó con una derrota que golpea tanto en el marcador como en el ánimo
El ambiente en la rueda de prensa posterior al partido reflejaba el estado anímico del Alavés tras una dura derrota. Eduardo Coudet, entrenador del equipo, reconoció que el resultado no refleja el esfuerzo de sus jugadores, destacando que enfrentaron a un rival de Champions con gran actitud y competitividad. “Nos patearon una vez al arco y aún así perdimos”, resumió el técnico con evidente frustración.
La primera parte fue un desafío inesperado. Coudet admitió que los primeros veinte minutos fueron complicados, pero su equipo logró corregir y plantar cara. “Hicimos un gran partido y complicamos al rival. Es difícil explicar por qué no ganamos”, aseguró. El entrenador argentino dejó claro que, pese a los tropiezos, confía en que este tipo de actuaciones traerán mejores resultados en el futuro cercano.
Los cambios forzados marcaron la primera mitad
El entrenador detalló las dificultades que enfrentaron con las lesiones. Jordán, afectado por molestias en el ciático, no pudo rendir al 100%, mientras que Carlos Martín sufrió una lesión muscular que lo obligó a abandonar el campo prematuramente. Además, Luka Romero sigue arrastrando problemas físicos que limitan su participación. “Meter dos cambios en una sola ventana es algo que no esperas”, confesó Coudet, señalando que esto desestabilizó parte de su planteamiento inicial.
A pesar de estas adversidades, el técnico mostró su confianza en el grupo, asegurando que cualquier jugador que tenga que saltar al campo estará preparado para cumplir con las exigencias del equipo. “Trabajamos con todo el grupo, y el que le toque estará a la altura”, afirmó con seguridad.
Lecciones tras la derrota y detalles del partido
La derrota, aunque dolorosa, dejó sensaciones positivas en algunos aspectos. Coudet enfatizó que el equipo mostró identidad y compromiso en el juego, algo que, según él, conectó con los aficionados. “Nos queda una sensación amarga, pero las sensaciones del juego son buenas. La gente se vio identificada con lo que hicimos”, comentó.
Por otro lado, el entrenador no pasó por alto los momentos clave que definieron el resultado. Habló sobre el fallo de Conechny en una ocasión clara y el error de Diarra en la jugada que selló la derrota. “Seguro que estas jugadas les darán vueltas en la cabeza esta noche”, reflexionó. Además, destacó una acción polémica en la que Conechny fue desestabilizado, sugiriendo que podría haber sido penalti.
El mensaje final de Coudet fue claro, el equipo necesita mantener la confianza y seguir trabajando. “Tenemos una semana larga por delante para ajustar detalles y construir sobre lo positivo”, concluyó, mostrando su determinación por revertir la situación.