El italiano acepta su sanción y señala al murciano como el gran favorito en la tierra batida
Jannik Sinner ya tiene fecha de regreso. Pero, mientras tanto, el número uno del mundo prefiere quitarse del foco y dejar que sea Carlos Alcaraz quien cargue con la presión. La gira de tierra batida está a punto de arrancar y, curiosamente, el italiano no solo no se reivindica, sino que le cede con gusto el papel protagonista al murciano.
Todo esto después de cumplir su polémica sanción de tres meses por un positivo en clostebol, una sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje. Sinner se perderá el tramo más importante del arranque del año, pero ha encontrado una forma peculiar de mantener el control: dejar que sea otro quien lidie con las expectativas.
El número uno entrena en la sombra y se desmarca del favoritismo
Mientras su suspensión sigue corriendo hasta el próximo 9 de mayo, el jugador italiano se prepara para su retorno en el Masters 1000 de Roma. Y lo hace entre declaraciones ambiguas y una estrategia más psicológica que física. “Alcaraz es el favorito en tierra, no hay duda”, dijo en una entrevista en Sky Sports. Una frase que, lejos de parecer halago, huele a maniobra para aligerarse de presión y colocársela a su principal rival.
Sinner ha aprovechado el parón para desconectar. Ha estado con amigos, en familia, en bicicleta y hasta pilotando karts. Pero también ha entrenado, según él, “para volver más fuerte”. En resumen, ha vivido este periodo como una pausa calculada. Nada de ansiedad ni de urgencia. Y lo más llamativo: ni una sola palabra sobre recuperar el control del circuito.

“Este tiempo me ha servido para entender mi valor como persona”, ha añadido. Mensajes zen que contrastan con la competitividad extrema del circuito. Pero la jugada parece clara: volver sin la presión del número uno, dejar que otros se desgasten, y reaparecer en Roma con la narrativa a su favor.
¿Truco mental o verdadera humildad? Lo cierto es que Sinner ha girado la narrativa a su conveniencia. Y Alcaraz, mientras tanto, tendrá que lidiar con los focos.