Crisis en Red Bull: los datos revelan una preocupante desventaja frente a su equipo satélite
El entorno de Red Bull Racing atraviesa una de sus fases más convulsas desde la era híbrida. A pesar del segundo puesto de Max Verstappen en el campeonato tras el GP de China, su RB21 se perfila como un monoplaza técnicamente inferior. En Milton Keynes ya se baraja una cumbre de crisis para redefinir el rumbo de un coche que, hoy por hoy, no supera a McLaren ni a Ferrari… y sorprendentemente, ni siquiera al Racing Bulls.
El dato que estremece: el equipo filial se ha quedado a solo 0,23 segundos de Verstappen en clasificación esta temporada. Y mientras Liam Lawson no encuentra ritmo alguno, Yuki Tsunoda deslumbra con un coche supuestamente inferior. ¿Estamos ante un insólito cambio de jerarquía dentro del universo Red Bull?
Análisis técnico: ¿podría Verstappen ser más rápido en un Racing Bulls?
La lógica técnica respalda esta inquietante posibilidad. Tsunoda ha sido en promedio 0,24 segundos más veloz que Lawson en clasificación, y aproximadamente 0,11 segundos por vuelta más rápido en ritmo de carrera. A partir de estos valores, y considerando que Verstappen le saca de media 0,9 segundos por vuelta a Lawson, la conclusión es clara: Verstappen sería 0,65 segundos más rápido que Tsunoda si pilotara un Racing Bulls.
En simulación pura de qualy, eso lo situaría en la pole position tanto en Australia como en China. Y es que el chasis del Racing Bulls parece más estable y manejable que el nervioso RB21, cuya ventana operativa es tan estrecha como exigente.
Sin embargo, el rendimiento en carrera cuenta otra historia. El equipo satélite pierde más de 1,7 segundos por vuelta frente a la cabeza, en contraste con los 0,48 segundos de déficit promedio del Red Bull frente al McLaren líder. El monoplaza azul marino sigue siendo más competitivo en tandas largas, gracias a su mayor eficiencia energética y menor degradación térmica.
¿Solución? Algunos piden ya el reemplazo de Lawson por Tsunoda, aunque los números sugieren que el japonés tampoco sumaría puntos en el Red Bull actual. Ni siquiera Sergio Pérez, con una media de 0,56 segundos de desventaja frente a Verstappen, sería el revulsivo.
El problema no son los pilotos: es el coche. Y Verstappen podría estar exprimiendo al límite un chasis que ya no lidera la parrilla.
