Con la temporada regular de la NBA 2024-2025 llegando a su fin, Clippers, Warriors y Timberwolves encaran sus últimos compromisos bajo máxima presión. Todos comparten un mismo objetivo: asegurar un puesto directo en los playoffs
La temporada regular de la NBA 2024-2025 entra en su recta final y la Conferencia Oeste está que arde. Clippers, Warriors y Timberwolves afrontan el último tramo con la obligación de ganar para esquivar el siempre peligroso play-in tournament. Nadie quiere jugarse su futuro en un solo partido. Las emociones están al límite y cada encuentro adquiere un valor de oro.
El caso de los Los Angeles Clippers es particular. Vienen embalados con seis victorias consecutivas, liderados por un Ivica Zubac dominante en la pintura y un James Harden que ha asumido el control del ritmo del equipo. La vuelta de Kawhi Leonard fortalece aún más una plantilla que ha convertido el Intuit Dome en un fortín. Si ganan sus próximos dos compromisos ante Portland y Golden State tendrán asegurada la ventaja de localía en primera ronda.
Curry al mando de unos Warriors con hambre de revancha
Los Golden State Warriors no se rinden y siguen al acecho. Con un Stephen Curry encendido, aplastaron a los Spurs y demostraron que su ofensiva sigue siendo letal. La dupla con Klay Thompson y el crecimiento de Jonathan Kuminga hacen del equipo de Steve Kerr una amenaza seria. Tienen el mismo récord que los Clippers (48-32), y su calendario también les permite soñar con el top 6 si logran cerrar con firmeza ante Blazers y Clippers.
El partido del domingo contra los angelinos será más que un simple encuentro: será una final anticipada. Una victoria podría darles la clasificación directa y, de paso, hundir a un rival directo. Golden State sabe lo que es jugar con presión y no quiere repetir la experiencia del play-in. En su hoja de ruta solo hay un objetivo, llegar frescos y con impulso a los playoffs.
Timberwolves, entre la reacción y la esperanza
Después de un desliz doloroso ante Milwaukee, los Minnesota Timberwolves encontraron alivio con una victoria sólida ante Memphis. Anthony Edwards lideró con autoridad, mientras que Karl-Anthony Towns volvió a mostrar su impacto bajo los tableros. Con récord 47-33, y dos partidos restantes ante Nets y Jazz, el panorama sigue siendo favorable si logran mantener la calma y el enfoque.
El entrenador Chris Finch lo dejó claro, “Cada juego es una final”. Minnesota tiene la ventaja en los duelos directos, algo vital si se produce un triple empate en la clasificación. Sin lesiones importantes y con un calendario menos exigente, los Wolves tienen en sus manos colarse en los seis primeros. Pero cualquier paso en falso puede costarles caro. La última palabra aún no está dicha.
