Con el respaldo de la FIBA y la participación prevista de clubes históricos como el Real Madrid, FC Barcelona y Fenerbahçe, el proyecto busca competir de forma directa con la Euroliga a partir de 2026
La NBA ha dado el paso definitivo para conquistar Europa con un torneo propio que busca revolucionar el baloncesto continental. De la mano de la FIBA, la liga estadounidense ya prepara una competición de 16 equipos, donde 12 serán fijos, y que apunta directamente al corazón de la Euroliga. Aunque no hay confirmaciones oficiales, fuentes cercanas al proyecto señalan a clubes históricos como el Real Madrid, el FC Barcelona o el Fenerbahçe como favoritos para unirse.
Además de atraer a los gigantes tradicionales, la NBA busca abrir nuevos mercados en capitales europeas. Incluso, todo indica que el PSG ya trabaja en la creación de una franquicia para esta liga. Londres y París figuran como ciudades clave en la expansión, dejando claro que el proyecto va mucho más allá del deporte, es una apuesta estratégica por influencia, negocio y globalización.

Una guerra silenciosa con la Euroliga como telón de fondo
Aunque 2026 se perfila como la posible fecha de inicio, la realidad es que el calendario aún está en el aire. Las tensiones con la Euroliga son una de las principales trabas. Varios clubes, como el Real Madrid y el Barcelona, no están sujetos al contrato de permanencia hasta 2040, lo que los deja libres para sumarse al nuevo proyecto. En cambio, otros equipos siguen atados legalmente, lo que abre un conflicto sin precedentes en el baloncesto europeo.
La Euroliga, lejos de quedarse al margen, ya ha mostrado los dientes. Su director ejecutivo, Paulius Motiejunas, no dudó en calificar el plan de la NBA como “ilógico”. Las próximas temporadas podrían marcar un punto de inflexión histórico, donde la unidad del baloncesto europeo se vea sacudida por una lucha de poder, mercado y prestigio entre las dos competiciones.
La nueva liga mantendrá esencia FIBA y modelo financiero NBA
A pesar de tratarse de una competición impulsada por la NBA, el formato no copiará el estilo estadounidense por completo. El propio Adam Silver ha asegurado que se mantendrán las reglas FIBA, con partidos de 40 minutos, algo que tranquiliza a los defensores del baloncesto táctico europeo. La esencia se respeta, aunque el envoltorio será completamente distinto.
En el plano económico, la nueva liga incluirá un límite salarial, uno de los pilares del modelo NBA, para evitar desequilibrios y fortalecer la competitividad. Por ahora, no se contempla una liga mixta con equipos norteamericanos, pero el precedente del Real Madrid vs Mavericks (2023) demuestra que el puente existe. La conquista europea de la NBA apenas comienza, pero el impacto ya es irreversible.