El Clásico del baloncesto español vuelve a encender los focos este domingo con un duelo cargado de historia, tensión y emociones entre Real Madrid y Barcelona
Aunque el Real Madrid aterriza en el Palau Blaugrana con una racha de victorias envidiable y liderato consolidado en la Liga Endesa 2024, Chus Mateo se niega a lanzar las campanas al vuelo. En la previa del Clásico, el técnico ha apostado por un mensaje de equilibrio emocional, reconoce la fuerza del grupo, pero evita todo atisbo de confianza excesiva.
“Sabemos que estamos en buena dinámica, pero un Clásico es otra historia”, explicó Mateo. “El Barcelona, incluso con ausencias, siempre compite al máximo. Tenemos que estar listos para un partido que exige más allá del talento, se trata de carácter, de identidad, de respeto por la camiseta”. Su mensaje va directo al vestuario: concentración máxima y cero relajación.
Campazzo pone voz al compromiso del vestuario
Dentro del grupo, Facundo Campazzo ha sido uno de los más claros, el argentino sabe bien lo que representa un choque de este calibre. “Es una final, sin importar los puntos ni la tabla. Sabemos lo que significa enfrentarse al Barça, sobre todo en su casa”, afirmó con firmeza el base madridista. Su experiencia y liderazgo serán clave en un duelo de alta tensión.
Más allá de la pasión, Campazzo también resaltó el desgaste físico que acumula el equipo por el calendario apretado, con partidos duros como el que se avecina en Tenerife. Aun así, no hay excusas. “Estamos jugando a gran nivel, defendiendo bien y con una química especial. Ahora toca sostenerlo”, concluyó. Para él, el secreto está en la generosidad del grupo y en la continuidad.
El Madrid busca algo más que puntos: dejar huella en el Clásico
El Clásico no solo se juega en la pista. También es una batalla de mentalidades, de presión emocional y de orgullo deportivo. Chus Mateo ha construido un equipo con equilibrio, que combina experiencia y ambición sin caer en la euforia. Y aunque los números lo respaldan, sabe que ante el Barça, todo se reinicia.
Será un partido que pondrá a prueba la madurez competitiva del Real Madrid. Y más allá del resultado, hay un mensaje claro: ganar no es solo sumar en la tabla. Es confirmar que este grupo está preparado para todo lo que exige la élite, desde resistir la presión en escenarios hostiles hasta mantener el hambre de títulos cuando todos los focos están sobre ellos.
