Antoine Griezmann reflejó una cláusula en su contrato que el Atlético de Madrid se vio obligado a aceptar
Cuando el pasado verano se produjo toda la parafernalia del documental en el que Antoine Griezmann reflejaba su decisión final, el Atlético de Madrid sacó pecho ante sus aficionados y dejó la impresión de que había pegado un golpe tremendo al mercado.
Por primera vez un crack mundial rechazaba al FC Barcelona para seguir en un club como el Atlético. Se desató la euforia y los responsables atléticos sacaron pecho por ello. Lo que no dijeron era la cláusula que les obligó Griezmann a firmar.
Y es que los 200 millones que se anunciaron, se convertirán en 120 a partir del 30 de junio. Es decir, Griezmann se quedó un año, sabiendo que con Suárez tenía difícil jugar en el Barcelona, para ponerse a tiro un año más tarde, con el relevo del uruguayo en marcha.