Exhibición blanca en el Play-In ante el Bayern para confirmar su presencia entre los ocho mejores
El Real Madrid de baloncesto sigue adelante en Europa. Con una actuación brillante y sin titubeos, el conjunto dirigido por Chus Mateo se impuso este viernes con claridad al Bayern Múnich (93-71) en el duelo de repesca de la Euroliga. La victoria permite a los blancos sellar su pase a los cuartos de final, donde se enfrentarán al potente Olympiakos en una serie al mejor de cinco partidos que arrancará en Atenas el próximo miércoles.
El encuentro tuvo un nombre propio: Mario Hezonja. El alero croata fue un vendaval desde el primer minuto, firmando 19 puntos y liderando un ataque blanco que terminó con 15 triples anotados, récord de la temporada para el equipo. Facundo Campazzo, Dzanan Musa y Sergio Abalde secundaron con solvencia al líder ofensivo de la noche en un choque que el Real dominó desde el salto inicial.
Control total desde el triple y sin necesidad de Tavares
El Madrid no quiso sorpresas y salió con una determinación abrumadora. Los de Chus Mateo metieron siete de sus ocho primeros triples y desactivaron por completo la amenaza exterior del conjunto bávaro, muy condicionado por la baja de su estrella Carson Edwards, segundo máximo anotador de la competición. Desde la defensa y el control del rebote, los blancos construyeron una ventaja sólida que nunca llegó a estar en peligro.
Ni siquiera hizo falta un gran partido de Walter Tavares, al que apenas se le exigió (2 puntos), porque el colectivo madridista funcionó a la perfección. Hasta ocho jugadores diferentes anotaron en la primera mitad, reflejo de un equipo que sabe repartir responsabilidades y encontrar soluciones desde el banquillo.
En el segundo cuarto, el Bayern amagó con acercarse tras un parcial de 0-7 que bajó la diferencia a diez puntos. Pero el técnico madridista reaccionó rápido con un tiempo muerto, devolvió a Hezonja a pista y el croata respondió con dos triples consecutivos para devolver la tranquilidad al WiZink Center y estirar la renta hasta los +19 al descanso (52-33).
Sin sobresaltos hasta el final
La segunda mitad confirmó la superioridad blanca. El Real Madrid no bajó el ritmo, siguió defendiendo con rigor y aprovechó las pérdidas del Bayern para mantenerse siempre en torno a los 20 puntos de ventaja. Campazzo dejó destellos de magia, Musa se sumó al festival anotador y el Madrid firmó una de sus actuaciones más sólidas del curso en Europa.
La grada vibró con cada jugada y celebró con entusiasmo la entrega del trofeo a Tavares como MVP de marzo y abril en la Euroliga, de manos de Felipe Reyes. Fue la antesala de una noche redonda que refuerza la moral del equipo de cara a una eliminatoria exigente ante un Olympiakos que llega como líder de la fase regular.
Próxima parada: El Pireo
Con este triunfo, el Real Madrid alcanza los cuartos de final por enésima vez en su historia reciente y lo hace con el convencimiento de que puede competir por todo. Olympiakos espera en el horizonte, con factor cancha a su favor, pero con el recuerdo todavía fresco de lo que es capaz este Real Madrid cuando la Euroliga entra en su fase decisiva.
Los dos primeros partidos de la serie se disputarán en Grecia (miércoles 24 y viernes 26), y la eliminatoria se trasladará a Madrid para el tercer encuentro. Si hiciera falta, habría un cuarto en la capital española y un quinto definitivo en El Pireo.
El Real Madrid vuelve a estar donde le corresponde: entre los grandes de Europa, peleando por otra Final Four. La primera batalla está ganada. Ahora toca tumbar al gigante griego.
